Con 3,3 metros de ancho y pesando 15 kilogramos, se lleva el puesto a la más inmensa de todas. ¿Dónde habita?
El cóndor de los Cerros, también conocido como cóndor andino o cóndor de los Andes, es el ave voladora más grande del mundo debido a la combinación de su peso, 15 kilogramos, y su dimensión, 3,3 metros.
Conocida científicamente como Vultur gryphus, esta enorme ave habita en América del Sur, específicamente en la cordillera de los Andes y en las costas del océano Pacífico.
El cóndor andino es el símbolo nacional de Chile, Colombia, Ecuador y Bolivia y cumple un papel clave en la mitología y el folclore de esas regiones. Su nombre en quechua es kuntur y los incas creían que era inmortal. Representaba el Jananpacha que era el mundo superior.
Las características del cóndor andino
El cóndor de los Cerros se caracteriza por tener plumas de color negro en todo su cuerpo, menos en el cuello que son de color blancas y forman una especie de collar. Por lo general, los machos son más grandes que las hembras y tienen grandes manchas blancas en las alas.
En la cabeza y el cuello casi no tienen plumas y lucen un color rojo pálido que puede volverse más intenso dependiendo del estado emocional del cóndor.
Esta ave carroñera prefiere alimentarse de cadáveres grandes, como los de un ciervo o ganado, y es uno de los pájaros más longevos del mundo, con una esperanza de vida de más de setenta años en algunos casos. En cautiverio, pueden llegar a vivir 75 años.
Cabe destacar que cumple un rol ecológico importante como carroñero porque acelera el proceso de descomposición de los animales muertos, disminuyendo así el riesgo de enfermedades asociadas a la putrefacción lenta de los animales.
Además, posee importancia evolutiva por ser una de las siete especies de buitre americano conocidas por su gran sentido del olfato, una característica inusual en las aves.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza señala que el cóndor andino puede sufrir envenenamiento provocado por alimentarse de animales intoxicados o por la comida envenenada que colocan algunos cazadores y ganaderos de forma ilegal.
En Colombia y Venezuela, su disminución fue muy brusca, pero se está trabajando para reintroducirlos a sus hábitats naturales.
