El jefe del proyecto aseguró que la propuesta “salió un tercio de lo que realmente vale”, justificando el gasto de US$650 millones del Gobierno
La compra de 24 aviones de combate F-16 estadounidenses que concretó esta tarde en Dinamarca el ministro de Defensa, Luis Petri, despertó una lluvia de críticas de aquellos que cuestionaban la inversión de US$650 millones que hizo el Gobierno frente a las políticas de ajuste y reducción de gastos en el Estado que llevan a cabo. En este marco, el vicecomodoro de la Fuerza Aérea, Juan Manuel Sosa, defendió la adquisición impulsada por el presidente Javier Milei y aseguró que es un “hito que no ocurre hace 50 años en la Argentina”.
“Es un salto tecnológico y un cambio generacional respecto de lo que teníamos, que nos da nuevas capacidades para el control y la defensa aeroespacial”, detalló, mientras lamentó que en el país haya “tecnología con más de 30 años de retraso”. “Esto nos pone a la vanguardia regional e internacional”, agregó.
De esta forma, el jefe del proyecto F-16 dio más detalles sobre cuál es el paquete que compró el Gobierno, y que no solo incluye los 24 aviones. “Hay uno más que es biplaza y se va a utilizar en un centro de formación y capacitación para entrenar al personal en los estándares que se requieren”, explicó, y contó que a eso se suman repuestos para los próximos cinco años, armamentos de entrenamiento, simuladores de alta tecnología y demás equipo de vuelo.
Sobre el hecho de que no traen consigo armamento real, subrayó que contienen materiales de entrenamiento, lo que representa “el primer paso para entrenar a las tripulaciones”. “Es difícil querer operar con los aviones directamente, demanda tiempo y planificación. Por eso vienen con el armamento para hacer los pasos lógicos que esto requiere”, manifestó.
“Estos aviones son para realizar el control aeroespacial y defender nuestro territorio. Nos permiten actuar para disuadir y tener los medios necesarios cuando se necesiten en defensa del territorio. Nosotros nos preparamos para que reine la paz, no porque queremos guerra”, consideró.
Asimismo, se refirió al costo de mantenimiento de los aviones, uno de los puntos más criticados de la adquisición. “Está comprendido y dispuesto dentro del mantenimiento que hacen las Fuerzas para cualquiera de sus sistemas de armas”, dijo, y expresó: “Al tener paquetes de repuesto y ser una aeronave que se utiliza en más de 26 países tiene ciclos logísticos muy grandes, que nos dan ventaja para hacer una planificación presupuestaria”. Además, afirmó que se ubicarán en la sexta Brigada Aérea de Tandil, a medida que vayan llegando durante los próximos cuatro años en tandas de a seis unidades.
“No es como un auto usado”, explicó, respecto de que los aviones adquiridos no son recién salidos de fábrica. Y agregó: “En los aviones el tiempo se mide con la hora de vuelo disponible de la aeronave. La Fuerza Aérea usa criterios como la proyección tecnológica y en el tiempo y estableció que podrán volar durante los próximos 25 años”. “La oferta tiene la posibilidad de un plan de pagos sin intereses, de gobierno a gobierno. Es una propuesta que sale un tercio de lo que realmente vale”, destacó.