El Telescopio Espacial James Webb de la NASA realizó un descubrimiento trascendental en las profundidades del espacio: sustancias clave para la creación de planetas habitables han sido detectadas cerca de dos estrellas en proceso de formación.
Utilizando el instrumento de infrarrojo medio (MIRI), un equipo internacional de científicos identificó la presencia de etanol y ácido acético en nubes de gas alrededor de las protoestrellas IRAS 2A e IRAS 23385. Estas moléculas orgánicas complejas podrían desempeñar un papel crucial en el eventual surgimiento de la vida en otros mundos.
Will Rocha, líder del equipo y científico de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, destaca la importancia de este hallazgo en el campo de la astroquímica. Aunque aún no se están formando planetas alrededor de estas estrellas en proceso, las moléculas detectadas por el telescopio James Webb representan ingredientes esenciales para la creación de planetas potencialmente habitables.
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El estudio recientemente publicado en la revista Astronomy & Astrophysics revela que estas moléculas complejas se encuentran en estado sólido, formando hielo alrededor de las protoestrellas.
Además del etanol y el ácido acético, se han identificado moléculas más simples como el ácido fórmico, metano, formaldehído y dióxido de azufre. Estos compuestos, presentes en las etapas tempranas del desarrollo estelar, podrían haber sido cruciales en la evolución inicial de nuestro propio sistema solar y, eventualmente, en la Tierra primitiva.
Un punto destacado del estudio es la similitud entre una de las protoestrellas investigadas, IRAS 2A, y las primeras etapas de nuestro propio sistema solar. Esto sugiere que las sustancias químicas identificadas podrían haber estado presentes en las etapas iniciales de formación de nuestro sistema solar, ofreciendo pistas sobre los orígenes de la vida en la Tierra y más allá.