Un grupo de investigadores de Tokio realizó un descubrimiento que impresionó al mundo de la arqueología y revela datos de una importante figura
Arqueólogos de Japón realizaron un trascendental descubrimiento que podría revelar datos importantes de una influyente figura. Se trata de una villa que se cree que perteneció a Cayo Julio César Augusto -más conocido como Augusto u Octaviano-, el primer emperador romano.
La villa está ubicada en el sur de Italia, y por su antigüedad, alrededor de 2000 años, los investigadores creen que pudo haber pertenecido a Augusto, que vivió del 63 al 14 a.C..
El hallazgo se realizó en las ruinas de Somma Vesuviana, en el lado norte del Monte Vesuvio. Los trabajos ya llevan más de 20 años, pero este descubrimiento puede llegar a ser el más importante realizado en el lugar.
Historiadores antiguos aseguran que Augusto murió en su villa, ubicada al norte del Monte Vesubio, que luego fue transformada en un monumento a su memoria. La ubicación exacta de la villa se perdió en el tiempo, y era un misterio que podría estar a punto de resolverse.
Un descubrimiento «importante»
El equipo de la Universidad de Tokio cree tener la certeza de que la residencia recientemente descubierta habría pertenecido a Augusto. Esto se debe a que en el lugar se encontraron docenas de ánforas guardadas, ordenadas en filas, y, lo que es más significativo, una caldera.
Estas calderas eran normalmente utilizadas para calentar el agua para los baños, un lujo al que sólo accedían las figuras más importantes. El techo del cuarto donde estaba la caldera está parcialmente derrumbado, pero estaba cubierto de azulejos.
El baño fue utilizado hasta alrededor del primer siglo, lo que se corresponde con la historia de que la villa dejó de ser utilizada para ser transformada en monumento. Como la mayoría de los edificios de la zona, esta vivienda fue cubierta por piedra pómez proveniente de la erupción del volcán Vesubio, producida en el 79 d.C..
Masanori Aoyagi, profesor emérito de la universidad de Tokio y parte del equipo de arqueología, consideró que este es un «importante avance, que nos ayudará a determinar el daño causado al lado norte del Vesubio, y tener una mejor idea de la erupción del año 79».